sábado, 15 de agosto de 2020

Tríptico poético en Pandemia


Héctor Alvarez Castillo



La mirada










Una mano se mueve
En el aire
Se detiene
Hace trazos

Son de hoy
De siempre
Aparecen el cabello
La frente
El mentón
Los pómulos

Veo sus ojos
Veo los ojos
De quien me mira

Tu mano
Dibuja mi rostro


Sáenz Peña, Junio de 2020, en tiempos de Pandemia.




Estación yerma



Una estación oscura.
No hay palabras. No hay nombres.
En días llegará la primavera.

¿Miran hacia las ramas los niños?
¿Los ancianos atraviesan
La sombra de los árboles?

No saludé a mi vecino,
Ni vi su coche
Rugir en la mañana.

Pocos meses
Se tragaron nuestro presente.
Una furia ciega
Lo engulló.
Cayó a un abismo,
Un abismo silente.

El presente se esfumó
De las manos.
Nuestro cuerpo
Padece
Su pesar
En los huesos.
El cansancio
Puebla
Nuestras casas.


Sáenz Peña, noche del 27 de julio de 2020;
tiempos de encierro y pandemia.




Pandemia


Flores
Derramadas
Las manos abiertas
Dedos no vencidos
Dedos manos y brazos
Abiertos
Flores
Arrojadas
A la tierra
Caídas como pétalos

El agua
Se vierte
El mar
Nos cerca
Nuestro mar
Inmenso
Callado
Silencioso
Nos cerca
Mar terrible
Mar y dios

Estamos
Dentro
No nadamos
Somos
Somos
Una hoja
En el aire
Somos
El mar
Infinito
Somos en él
En este instante
En nuestras casas
Entre los nuestros
O solos
Somos
El mar
Y otro mar
Nos cerca
También nuestro
También nosotros


Sáenz Peña, mediados de marzo, 2020.




miércoles, 10 de junio de 2020

Oficio de poeta



Amiga, es tarde y debo dejar este diálogo,
Abandonar estas palabras;
Es tarde y quedan sin escribir algunos cuentos
Y dos o tres obras de teatro,
Sin hablarle de los infinitos libros de poemas

Que están en mi boca
Y quieren ser dichos
A usted o, querida amiga,
A quien desee oírlos.

Ese deseo de poesía es más fuerte que nuestro deseo,
Por eso, debo dejar estas palabras
Y escribir, escribir, escribir esta noche
Por seis o siete días,
Hasta que en papel deje aquello
Que traigo conmigo,
Pero
El misterio dice
                               no sé, no sé.

Amiga, más tarde hablaremos, cuando el mar,
La noche, el firmamento oscuro y azul lejano,
Nos encuentren.

Este oficio de poeta me hace abandonarla temprano,
Mañana, en días, meses, regresaré.

Es mi oficio de poeta,
Es mi oficio
                                   de poeta, de poeta, amiga,
     Querida amiga.


Héctor Alvarez Castillo
Madrugada del 14 de agosto de 2014.

lunes, 8 de junio de 2020

La mirada



Una mano se detiene
En el aire
Se mueve
Hace trazos
Me son conocidos
Son de ahora
De siempre
Va apareciendo el cabello
La frente
El mentón
Los pómulos
Las cejas
Lo reconozco
Veo sus ojos
Veo los ojos
De quien me mira

Su mano
Dibuja mi rostro


Junio de 2020, en tiempos de Pandemia

sábado, 21 de marzo de 2020

Pandemia


PANDEMIA

























Flores
Derramadas
Las manos abiertas
Dedos no vencidos
Dedos, manos y brazos
Abiertos
Abiertos
Flores
Derramadas
Ven la tierra
Miran hacia ella
Derramadas

El agua
Se vierte
El mar
Nos cerca
Nuestro mar
Inmenso
Callado
Silencioso
Nos cerca
Mar terrible
Mar y dios

Estamos
Dentro
No nadamos
Somos
Somos
Una hoja
En el aire
Somos
El mar
Infinito
Somos en él
En este instante
En nuestras casas
Entre los nuestros
O solos
Somos
El mar
Y otro mar
Nos cerca
También nuestro
También nosotros
Somos


Mediados de marzo, 2020
Héctor Alvarez Castillo